¿Cómo funciona la ventilación industrial?

Para lograr que una planta de producción funcione en óptimas condiciones, es crucial contar con sistemas de ventilación que permitan regular la temperatura y extraer los gases tóxicos o contaminantes que puedan acumularse al interior de las instalaciones, diluir partículas producto de procesos industriales y proveer el oxígeno necesario.  La ventilación es vital, por lo tanto, para garantizar la seguridad en las operaciones y la integridad física de los empleados de la empresa. 

Existe un tipo de ventilación, llamada forzada, que se emplea cuando la ventilación natural no tiene la capacidad suficiente para mantener un espacio determinado, como el interior de una fábrica o planta de producción, en las condiciones necesarias de comodidad, seguridad y funcionalidad. 

La ventilación forzada, también conocida como ventilación mecánica, consiste en el suministro de aire a un espacio mediante el uso de dispositivos mecánicos, como ventiladores, para lograr regular las condiciones de seguridad, temperatura y oxígeno.

Existen dos tipos de ventilación forzada: 

1. Ventilación por sobre presión: consiste en suministrar aire aumentando la presión al interior de un espacio respecto a la presión atmosférica. Cuando se requiere de sobre presión, el proceso a seguir es introducir una determinada cantidad de aire y calcular el volumen de presión, con el objetivo de extraer menos aire del introducido para mantener las condiciones de sobre presión al interior del espacio. 
2. Ventilación por depresión: esta clase de ventilación requiere la instalación de extractores en la planta o local. Los extractores, como su nombre lo indica, sacan el aire del interior, lo que trae como consecuencia la caída de presión dentro de un espacio determinado respecto a la atmosférica. Así, el aire logra penetrar por la diferencia de presión a través de distintas aberturas que habrán sido dispuestas en la planta. Este proceso logra los mismos resultados que la ventilación por sobre presión.

Cualquier de los dos sistemas empleados para ventilar el  interior de una planta, fábrica o local puede lograr regular las condiciones de aire en espacios cerrados. El empleo de ventiladores, por tanto, resulta vital para la operación correcta de un local industrial, ya que permite que los empleados cuenten con las condiciones óptimas de aire y temperatura. 

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